Por Ramón Warini
Eran las 13.14 hora local de este martes 19 de septiembre 2017, cuando la madre naturaleza hizo sentir su poder feroz con un terremoto de magnitud 7,1 en la escala de Richter y con epicentro en San Felipe Ayutla, estado de Puebla, en México.
Horas antes se había hecho un simulacro de evacuación sísmica que se realiza cada año en esta fecha. Precisamente en la misma que hace 32 años, un sismo de 8,1 mataría a más de 10,000 personas y enlutara a miles de familias.
Según Luis Felipe Puente, coordinador nacional de Protección Civil, hasta la fecha se conoce que un total de 369 personas perdieron la vida a causa del temblor en diferentes estados de la república, entre ellos: Guerrero, México, Hidalgo, Michoacán, Oaxaca, Puebla, Morelos, Tlaxcala, Veracruz, y la Ciudad de México. Solo en la capital se contabilizan 228 fallecidos los cuales 19 de esos eran niños que estudiaban en el Colegio Enrique Rébsamen ubicado en la colonia Nueva Oriental Coapa, en la alcaldía de Tlalpan.
En una reunión el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, agradeció al jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera Espinosa, por la forma que ha manejado la emergencia causada por el sismo y los pasos que ha tomado para garantizar el mayor esfuerzo para rescatar vidas.
“Quiero agradecerle al Jefe de Gobierno, reconocer la capacidad de operación, de actuación que han tenido las autoridades de la Ciudad de México, el propio Jefe de Gobierno, y evidentemente que estemos trabajando en coordinación, la disposición del Gobierno de la República no es otra más que poder acompañar este esfuerzo de manera conjunta, hacer un solo equipo”, dijo el mandatario.
Miguel Ángel Mancera también agradeció a los cientos de brigadistas que llegaron para ayudar en labores de rescate procedentes de varias partes del país incluyendo del extranjero como de Japón, Estados Unidos, Israel, Venezuela, países de Centro América, y más. También les dio las gracias por todos los suministros de primera necesidad que estos países trajeron para auxiliar al pueblo de México.
También se anunció el plan de arranque para brindar apoyo a los que pudieran haber quedado damnificados debido a que se registraron miles de inmuebles con daños mayores. A la misma vez el gobierno les otorgará cheques para rentas temporales mientras se les reconstruye o se les asigna una nueva vivienda. El apoyo anunciado viene con servicios de psicología y consejería familiar incluyendo despensas alimenticias.
Por otra parte el gobierno federal puso a disposición del público los daños que el sismo ha causado a centros de salud que se consideran importantes en medio de esta emergencia, pero también anunció la disponibilidad de otros centros hospitalarios para poder contrarrestar los efectos devastadores del terremoto.
Pero la pregunta que muchos se hacen es, ¿por que no sonaron las alarmas sísmicas segundos antes? La razón es que México cuenta con un sistema de prevención sísmica que constituye de sensores altamente sofisticados para detectar movimiento en la superficie de la tierra. Estos fueron elaborados tras el terremoto de 1985 y se instalaron a lo largo de las costas por expertos del Servicio Sismológico Nacional, colocándolos al nivel del mar para tener más efectividad.
Sin embargo, debido a que el epicentro fue muy adentro del territorio Azteca, hace imposible la temprana alerta según el Instituto Americano de Geofísica (USGS), ya que la Ciudad de México se sienta en una altura de 2,250 metros (7,382' pies) desde el nivel del mar.
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