Después de más de cinco meses de haber tomado el cargo, la vicepresidenta de los Estados Unidos por fin visitará la frontera con México este viernes. Así lo anuncio la Casa Blanca esta mañana. 

Hasta la fecha, los niños no acompañados siguen pasando más tiempo en centros de detención de lo establecido en el Acuerdo Flores, que se firmó en 1997. Según esa normativa, los menores tienen que ser liberados a más tardar en 20 días después de haber sido aprendidos por autoridades migratorias.

Ni el actual gobierno ni el antepasado han cumplido con esta normativa, ambos han violado ese acuerdo, incluyendo la administración Obama.

De acuerdo con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés), en marzo más de 18,800 niños no acompañados cruzaron la frontera. Y tan solo este pasado domingo, el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS por sus siglas en inglés), registro más de 14,000 niños en sus más de 200 sitios y programas que tiene en 22 estados de la nación.

Para minimizar el flujo de la inmigración no autorizada, la vicepresidenta Kamala Harris viajo recientemente a México y Guatemala para tratar la situación de la inmigración. Según ella, la falta de empleo, la delincuencia, y la corrupción son los únicos factores que impulsan la inmigración ilegal hacia Estados Unidos.

“No tengo ninguna duda de que el trabajo que hemos hecho, incluidos los convenios que hemos anunciado hoy, van a tener un impacto positivo, aunque no va a ser de la noche a la mañana”, dijo la vicepresidenta.  “Es un problema que en muchos casos es generacional. Este es un trabajo que hay que hacer con un compromiso de ir hasta el fondo y sabiendo que nada de lo que hagamos se va a resolver de la noche a la mañana”.

Inmediatamente después de su anunciada visita a la frontera, a la segunda persona más poderosa del país, le llovieron críticas de todos lados por no haberlo hecho antes.